lunes, 27 de diciembre de 2010

LOS SECRETOS DEL PESEBRE


Durante las celebraciones navideñas tenemos ante nuestros ojos toda clase de belenes. Al contemplarlos, ¿Sabemos descubir los secretos del pesebre?

Ayer, durante la eucaristía de la Sagrada Familia, me hice esta reflexión: 
Jesús de Nazaret en su trayectoria vital, prefirió prescindir de la omnipotencia que le correspondía, para asumir el riesgo que corren en este mundo la justicia frágil y el amor gratuito.

El evangelio de Lucas nos narra: "Dijo el ángel a los pastores: Tranquilizaos, mirad que os traigo una buena noticia...hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor. Y os doy una señal encontraréis un niño envuelto en pañales y recostado en un pesebre...fueron corriendo y encontraron a María, a José y al Niño acostado en un pesebre" Lc 2, 11-12.16).

Pedro Poveda comenta justamente este pasaje bíblico teniendo en cuenta que el Verbo de Dios se ha hecho uno de nosotros para salir a nuestro encuentro:
"Vayamos a Belén, decían los pastores. Escucharon la voz de Dios y ...seguidamente surge en ellos el deseo de ir a ver a Jesús. Y vinieron presurosos los pastores. Ellos no se conformaron con el propósito, sino que luego pusieron manos a la obra...Si fuéramos más humildes conoceríamos los secretos del pesebre. Los pastores que eran humildes conocieron a Jesús, y como ni la noche, ni la estación, ni la distancia les impidió ir al portal, gozaron de las dulzuras inefables que lleva aneja la contemplación del Mesías".

Después de esto, me pregunto: ¿Dónde nace el Mesías, hoy? ¿Qué señales tengo para encontrarlo?...
Creo que la señal la encuentro en lo cotidiano, en el dolor y sufrimiento de quienes necesitan de mi sonrisa, de mi interés, de mi ayuda...en cada rostro de los que esperan de mi, de nosotros, a ese Cristo vivo que cura, sana, libera y ofrece la paz.
De este modo estoy segura de descubrir "los secretos del pesebre", pues allí nace la Vida, la salud, la dignidad de la persona, la felicidad.

Termino mi reflexión con las palabras de Pedro Casaldáliga:
·Creo en Jesucrito y le adoro. Le amo. Creo en este Amigo que me presentaron mis padres, la Iglesia: Dios hecho hombre, nacido en Belén, de la casta de David venida a menos, hijo verdadero de María, judío y obrero, natural de un pueblo colonizado: Hombre que ama, que sufre y muere, perseguido y condenado por el Poder del hombre; Resucitado por el Poder de Dios, Hombre, Hijo de Dios, misteriosamente igual al Padre, en quien habita corporalmente la plenitud de la divinidad, cuyo Espíritu anima a la Iglesia, Camino, Verdad y Vida, Salvador de los Hombres, el Señor!"

Comparto contigo esta reflexión y estoy segura que contigo seguiré descubriendo más secretos del pesebre.
Hasta la próxima

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